Se mantiene muchas veces el prejuicio que indica que para llevar una vida respetuosa con el ambiente se requiere de un gran esfuerzo o de la inversión de importantes sumas de dinero.

No es así. Por eso, aquí te mostramos algunas simples acciones que te permitirán contribuir con el propósito de mejorar el mundo en el que todos vivimos

o    No adquirir más agua en botellas: El uso y descarte de las mismas incrementa la contaminación. Lo mejor es emplear recipientes de aluminio, que duran más y garantizan un menor impacto ambiental.

o    No usar bolsas de plástico y papel: Durante 2011 se utilizaron 12 millones de barriles de petróleo para producir 88.500 millones de bolsas de plástico en los Estados Unidos. Demasiado impacto ambiental solamente para transportar las compras, una verdadera locura en el marco de un planeta que lucha por mantener su equilibrio ecológico. Siempre lo mejor es usar bolsas que garanticen un mayor tiempo de duración y que estén confeccionadas con materiales más sostenibles, como por ejemplo el algodón, el nylon o el cartón reciclado.

o    No usar papel para limpiar: la producción de papel insume grandes cantidades de madera, que en la mayoría de los casos no proviene de bosques explotados en forma sostenible. Cambia ese hábito y emplea un paño para limpiar, que además tiene la ventaja de poder ser utilizado en múltiples ocasiones después de haber sido escurrido.

o    Disminuir el consumo de electricidad: para ello, podrás utilizar el refrigerador con la temperatura mínima indispensable, disminuir el uso de secadores automáticos de ropa y tratar de no utilizar, en la medida de lo posible, equipos de aire acondicionado o sistemas de climatización de alto consumo eléctrico. El medio ambiente y tu bolsillo estarán agradecidos.

o    Disminuye el consumo de carne: De acuerdo con un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, criar ganado de manera intensiva produce más gases de efecto invernadero (medido en equivalentes de CO2) que todos los coches, camiones, trenes, barcos y aviones del mundo.

o    Reduce, reutiliza y recicla: Aplica las famosas 3R a tu vida cotidiana, y hazlo en ese orden: no compres cosas innecesarias, antes de tirar algo a la basura pregúntate si puedes darle una segunda vida (por ejemplo, los tarros de cristal se pueden emplear para guardar azúcar o sal) y, por último, deposita tus residuos en los contenedores de reciclaje correspondientes.

o    El aceite usado, nunca por el desagüe: Cada litro de aceite usado que se tira por el sumidero puede contaminar 1.000 litros de agua. Puedes evitarlo con un gesto tan sencillo como guardarlo en algún bote o garrafa y llevarlo al punto limpio.

 Con pequeñas acciones diarias y hábitos de vida ecológica estarás ayudando a tu entorno, algo que influirá directamente en tu calidad de vida y en la de los tuyos. Súmate  a un estilo de vida natural y respetuosa con el medio ambiente.

“Aquellos que están lo suficientemente locos para creer que pueden cambiar el mundo son quienes lo cambian”…

STEVE JOBS